Título: PlayAutor/a: Javier Ruescas
Editorial: Montena
Precio: 16'95 €
Saga: Play (1/3)
Sinopsis: Nadie diría que Leo y Aarón son hermanos. El primero es presumido y
ambicioso; el segundo, tímido y reservado. Pero ambos desean algo.
Mientras Leo sueña con hacerse famoso a toda costa, Aarón no deja de
pensar en cómo puede recuperar a su novia, quien, tras ganar un concurso
y convertirse en una estrella mundial, se ha vue
Tenía mucha
curiosidad por leer esta saga, ya que Javier Ruescas plantea una trama muy
actual: el estallido de visitas en un canal de YouTube. Además había visto
varias reseñas y todas lo ponían por las nubes,
así que en cuanto tuve oportunidad, me hice con él y comencé a leer.
Empezamos con una
familia y un concepto bastante común: los dos hermanos son tremendamente
diferentes, aunque esto nunca ha provocado ningún conflicto grande hasta el
momento en que Leo se marcha. Cuando vuelve, que es el punto donde comienza la
historia, las cosas ya no son como antes.
Leo es un
personaje que la mayoría de las veces me pone de los nervios: hace siempre exactamente lo contrario de lo que yo haría.
Es impaciente, egocéntrico y demasiado impulsivo. Esto no sería un problema si
algo lo contrarrestara (yo siempre he dicho que no
pasa nada porque un personaje no sea de nuestro agrado, siempre y
cuando las demás personas y la historia lo compensen), en este caso su hermano
pequeño Aarón, pero mientras pasamos las páginas, se vuelve algo desesperante.
Evidentemente yo simpaticé mucho más con este protagonista que con el anterior,
pero siento que se deja manipular muy fácilmente y que en ocasiones se queda
sin hacer nada cuando hay algo importante que resolver. Dan ganas de gritarle y
decirle que se espabile de una vez.
A pesar de no me
gustan cómo son Leo y Aarón, eso hace que la historia sea muy realista: podemos reproducir exactamente en
nuestra mente lo que está pasando y que parezca que es muy probable (no
olvidemos que se trata de un cantante que de la noche a la mañana tiene miles
de suscriptores). Vemos sin ningún problema que Aarón no reacciona cuando Leo
hace determinadas cosas, como si lo estuviéramos viendo en dos personas
cercanas. El comportamiento de ambos es siempre
coherente y eso me encantó.
Aunque siento que
me ha faltado algo más, sé que es por las grandes expectativas con las que
había comenzado este tomo y que probablemente una vez que lea la continuación
de la trilogía las cosas cambiarán (porque sin duda la voy a continuar
leyendo). Tengo ganas de saber qué pasa con estos dos chicos y cómo se
resolverá todo, ya que termina de una forma algo abrupta, y no en el mal
sentido, sino que te deja deseando empezar Show cuanto antes.
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