Hablemos #8: Los precios de los libros: ¿excesivos o adecuados?

¡Hey!

¿Cómo estáis? Yo estoy bien (aunque ya en el inicio de clases, muy a mi pesar), y hace tiempo que quería hablaros sobre un tema y preguntaros vuestra opinión. Es evidente que los libros no son baratos, pero no es fácil juzgar sobre el precio que sería correcto o el por qué de dicho dinero.

Lo que me dió el empujón definitivo fue una noticia que me contó una amiga el otro día, y que me sorprendió gratamente: Italia donará este año a todos los jóvenes de 18 años residentes en el país un bono de 500 euros que se podrán gastar en todo lo relacionado con cultura. Esto incluye cine, museos... pero también lo que a vosotros y a mí más nos interesa: libros. Libros gratis, y lo único que tienen que hacer es registrarse en una aplicación para verificar la información. 

Esto afirmaba el subsecretario Tommaso Nannicini: "18app manda un mensaje claro: aquel de una comunidad que te acoge en la mayoría de edad recordándote la importancia crucial del consumo cultural, tanto para tu enriquecimiento como persona como para el fortalecimiento del tejido social del país." Y es cierto, puesto que iniciativas como esta ayudan notablemente a incentivar entre la juventud la cultura, algo que peligra en muchas ocasiones debido a el excesivo precio que se impone. Por si queréis más información, aquí tenéis artículos de periódicos con la noticia ampliada: El Confidencial y El Mundo.

Por otra parte, es muy cierto que el hecho de producir un libro (me voy a centrar en la literatura, pero esto valdría igualmente para el coste de producción de una película, el mantenimiento de un museo o la realización de una obra de teatro) tiene un trabajo detrás que no siempre se tiene en cuenta como debería. Tras un volumen de unos cientos de páginas se esconde una editorial que se ha encargado de sacarlo a la venta, y que ha tenido que costear un diseñador para la cubierta, una encuadernación, editores, correctores, impresión, en muchos casos traductores... en fin, una infinidad de pasos que no cabrían en esta entrada. Y lo más importante de todo, el autor o la autora del libro, que realmente luego cobrará un porcentaje mínimo del precio total y que ha podido pasar varios meses e incluso años para pensar la idea y darle forma hasta crear una novela, que se dice pronto pero que no es poco.

En mi opinión, la mejor solución sería una iniciativa propuesta como la de Italia o una subvención por parte del gobierno para que los ejemplares costaran, por decir algo aproximado, la mitad de los originales. O también invertir en las ediciones de bolsillo, que cuestan unos diez euros y los cuales son prácticamente inexistentes en la literatura juvenil. ¿Qué opináis vosotros? ¿Veis demasiado el precio, o en cambio pensáis que es justo? ¿Si no es así, qué solución propondriáis?

Espero que os haya gustado, y hasta la próxima... que la suerte esté siempre de vuestra parte.